3. La Fundación Silenciosa en Medio del Miedo (1992)
La fundación de la "Sociedad de Altos Estudios Jurídicos Empresariales Euroamericanos" (SAEJEE) en mayo de 1992 no fue un acto empresarial, sino un acto de resistencia silenciosa. Fue el juramento solemne de construir una catedral del conocimiento mientras otros ponían bombas.
Los arquitectos intelectuales y espirituales de esta empresa fueron un núcleo de académicos del linaje. Los fundadores principales:
• María Isabel Orueta Coria, Profesora Titular de Ciencias Económicas (nombrada Profesora Titular en 1995).
• José María Orueta Ariznabarreta, Profesor Titular de Ingeniería (nombrado Profesor Titular en 1995).
Y los fundadores de segundo orden, que proporcionaron un apoyo académico crucial:
• Fernando Díaz Orueta, Profesor Titular de Sociología.
• Eugenio Burriel de Orueta, Catedrático de Geografía.
El carácter de la fundación fue necesariamente clandestino. Las reuniones secretas se celebraban en la playa de Karraspio, un lugar público pero discreto. Allí se tomó la decisión crucial: sus nombres jamás aparecerían en documentos públicos. En su lugar, se utilizarían testaferros, una medida indispensable para proteger sus vidas y la viabilidad del proyecto.
Sin embargo, en un acto de audaz valentía silenciosa, dejaron una "firma secreta" en el corazón de la institución. Incorporaron el escudo familiar Orueta en el diseño institucional, un símbolo de su presencia oculta que solo los iniciados podían reconocer. Eran las ocho aspas de oro brillando en la oscuridad, un recordatorio de quiénes eran y por qué luchaban.
Para garantizar su supervivencia, la institución adoptó tres estrategias clave:
1. Deslocalización Administrativa: Aunque el corazón del proyecto latía en el País Vasco, la sede oficial se estableció en Sevilla, lejos del alcance directo y la presión de ETA.
2. Estructura Descentralizada: Se creó una red de colaboradores académicos por toda España y Francia para diluir la visibilidad de cualquier figura central y minimizar el riesgo de ataques.
3. Perfil Bajo Mediático: Durante sus primeras décadas, la institución evitó rigurosamente toda publicidad. Operaba en un silencio casi absoluto, creciendo orgánicamente a través de la calidad y el boca a boca.
Este fue el nacimiento de un legado que, aunque concebido en la clandestinidad, estaba destinado a cruzar fronteras y transformar el futuro de miles de personas.